Verdadera pequeña joya de Sicilia, Isla Bella, que en otro tiempo fue privada y que hoy día ha sido declarada Reserva Natural, ofrece paisajes propios de tarjetas postales.
Las playas son sublimes, el agua transparente de un azul que incita al baño inmediatamente. Sin embargo, atención, porque son playas de piedras y el agua no es demasiada profunda.
El acceso a la isla puede hacerse a pie durante la marea baja, si no, puedes alquilar un barco por un día, con su capitán, que será muy útil para hacerte descubrir lugares desconocidos por los turistas y en los que te sentirás solo en el mundo. Te costará alrededor de 10€ la hora.
En los alrededores hay una oferta gastronómica abundante y de calidad, pero por contra, desde mi punto de vista, es relativamente caro.