Japón se ha convertido para muchos viajeros en un destino fundamental para cualquiera que busque visitar un lugar exótico en las antípodas. Japón no deja indiferente a nadie, o lo odias o te encanta. Aunque es un destino muy turístico y gracias a que se trata de una isla que alberga otras muchas islas aún bastante desconocidas, ha sabido conservar su autenticidad y su ambiente paradisíaco. Entre ellas, destaca el archipiélago olvidado de Yaeyama.
La ciudad es grande y moderna, pero la ciudad vieja está bastante bien conservada y es muy interesante. Alberga un castillo, un jardín japonés, templos, casas de geishas y de samuráis... Se trata de uno de los mayores centros culturales de Japón, donde muchas técnicas artesanales tradicionales se siguen practicando actualmente.
La Trienal de Setouchi es un gran festival dedicado al arte contemporáneo que reúne a más de 200 artistas y un millón de visitantes. Se instalan un gran número de obras, algunas permanentes y otras temporales. Están repartidas en 12 islas del mar Interior de Seto.
Hokkaido es el paraíso de los senderistas, con sus paisajes montañosos, salvajes y majestuosos. Sus diferentes parques nacionales permiten descubrir unos paisajes asombrosos y explorar una magnífica fauna y flora. Algunos están muy aislados y son algo inaccesibles, pero ofrecen una gran sensación de libertad.
Más cerca de Taiwán que de Tokio, Iriomote es una isla tropical paradisíaca: playas de arena dorada, peces tropicales, arrecifes de coral, manglares, una gastronomía deliciosa, un clima cálido durante todo el año... ¡No olvides llevarte crema de protección solar, chanclas y un bañador!
Hay varios lugares sagrados para el budismo en la península de Wakayama, a pocas horas de Kioto y Osaka. Koyasan es uno de los principales centros budistas del país y los peregrinos viajan muchos kilómetros para visitarlo. El descubrimiento de estos lugares permite comprender mejor esta religión.