Salir de los circuitos clásicos del sureste de Asia.
Bastante lejos de los circuitos turísticos de Asia, Laos sigue siendo un país auténtico.
Si buscas otra Asia, típica, con una belleza salvaje, lejos de la multitud, no lo dudes ni un segundo, tienes que venir a Laos.
Encontrar una población increíblemente acogedora
Con un carácter tímido y discreto en un primer momento, los habitantes de Laos son adorables e increíblemente acogedores cuando te atreves a dar el primer paso. No es raro que durante una paseo te inviten a una boda, una comida, un cumpleaños o a entrar en un aula.
Ver los delfines rosas de Irawady
Al sur del país, en las 4.000 islas del Mekong, los habitantes te embarcarán para ir a observar los últimos delfines rosas de Irawady. Están en vías de extinción.
El paseo al anochecer hace que la atmósfera sea mágicaVisitar Luang Prabang, la ciudad museo
Luang Prabang es la ciudad más bella de Laos. Hay que levantarse temprano por la mañana para asistir al rito diario del Rera. Los monjes mendigan su comida en filas interminables. Luang Praban, también son palacios y museos suntuosos. Aunque es un poco turística es imposible encontrarle otro defecto.
Navegar por el Mekong
El rio mítico atraviesa el país de norte a sur. Imposible planear un
viaje a Laos sin prever un crucero, de una jornada o varios días, por el Mekong, en función de lo que te apetezca o del tiempo del que dispongas.
Recorrer los increíbles paisajes del norte del país.
Viajando hasta el norte el país, te encontrarás cara a cara con los paisajes de montañas más bellos que hayas visto nunca.
La naturaleza todavía es salvaje y está preservada. Los senderos invitan a numerosas caminatas. Y siempre rodeado por imponentes paisajes. ¡Sensacional!