
Durante tu viaje a Líbano conocerás a fondo un país donde la situación económica es dramática la pobreza aumenta.
La situación económica que te encontrarás durante tu viaje a Líbano es bastante paradójica y complicada de entender. Por una parte, muchos indicadores están en verde y hay esperanza, pero por otra, la pobreza abunda y la deuda pública crece de forma exponencial. Sin querer ahogarte en cifras, basta saber que el PIB es de unos 40.000 millones de dólares, la tasa de crecimiento es de un 8%, y la inflación está en el 5%. Con una tasa de desempleo de más del 20%, el salario mínimo en el Líbano es solamente de 300 $ (270 €). La deuda pública es un problema enorme, y se ha multiplicado por 8 en los últimos años Se estima que el 25% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza y el 6% de los libaneses viven con menos de 1 € al día. Los principales socios comerciales del Líbano son Francia, Estados Unidos, Italia, Alemania, China, Siria, Arabia Saudita, Irak, Suiza y los Emiratos Árabes Unidos. Otro motivo de preocupación para el Líbano es que el país tiene que importar 4 veces más de lo que exporta.
Para tener una idea precisa del PIB en el Líbano, hay que saber que la industria aporta aproximadamente un 12%, la agricultura un 14% y los servicios un 74%. La agricultura se centra en la producción de frutas y verduras. Este sector hace frente cada vez a más dificultades y está en grave crisis. El único sector que tiene buena salud en Líbano es la banca. Con los depósitos creciendo anualmente alrededor del 12%, en este pequeño país hay 70 bancos diferentes y más de 1.000 sucursales. El turismo es el pilar de la economía libanesa. Por sí solo supone el 20% del PIB. Los servicios se están desarrollando muy rápido. La necesidad apremia, ya que el Líbano ha superado recientemente los 2 millones de visitantes.