Un viaje maravilloso. Tuvimos suerte con el tiempo, lo que nos permitió disfrutar de algunas partes idílicas, de un avistamiento de ballenas durante tres horas, fotografiar encantadores lemures que se nos miraban desde el bosque con sus ojos naranjas e incluso se nos subían a la cabeza, los camaleones de variados colores..., y plantas que no se encuentran en otras partes de la tierra, muy en especial los imponentes baobabs... Y por supuesto los guías, atentos un alegres, enamorados de su país, a pesar de la pieza de algunos lugares. Muy recomendable, sobre todo si se organiza con Tiana