San es el tipo de ciudad pequeña que me encanta. Es totalmente diferente a otras ciudades, en cruces de caminos que nos imaginamos. San no tiene ese aspecto inpersonal y sin alma. Por el contrario, en pleno corazón del país Bobo, San no es sólo un inevitable paso en la carretera. La ciudad se encuentra en medio de las religiones y civilizaciones de la región. En cuanto a ello te recomiendo ir a visitar la hermosa mezquita de la ciudad. Como la de Djenné, también está hecha de barro. Es más pequeña y no tan espectacular, pero eso no quiere decir que no sea impresionante.
Es sin duda alguna una etapa que no lamentarás haber anotado en el programa de tu viaje por Mali. Durante mi última visita me detuve en San un lunes. Es el día del mercado. Es uno de los más hermosos, más coloridos y más auténticos de la región. Aficionados a la fotografía, a vuestras cámaras. Un lugar imprescindible en San.