A 260 km de Mérida, la pequeña Isla Holbox es un remanso de paz y tranquilidad. Al contrario que el ambiente de Cancún, es el paraíso para los amantes de la vida sencilla y auténtica.
Aconsejo:
Al amanecer, hay unas moscas muy molestas que pican en cualquier parte del cuerpo que lleves descubierta. Tendrás que taparte y esperar a que el sol suba un poco para que se vayan.
Mi opinión
De momento, Isla Holbox sigue siendo un pequeño rincón paradisiaco bastante poco conocido. Imprescindible
durante un viaje a México. ¡Mucho mejor así! Allí, en vez de coches hay carritos de golf. Cuando llegué, me alquilé una tienda, me puse el bañador y fui a la playa de arena blanca y aguas turquesas. El mar del Caribe es una delicia. Sobre el agua, los pelícanos van girando y meten la cabeza para ser los primeros en capturar los peces. Otros, que ya han comido, nadan a pocos metros de los bañistas. En el único pueblecito de la ciudad, me fijé en que los precios no estaban inflados, como suele pasar en todas las estaciones balnearias. Sus habitantes son muy majos y agradables. Pasé el día a la sombra de los cocoteros, tomando el sol y bañándome. Me quedé para ver su maravilloso atardecer. ¡Qué placer poder relajarse un poco!