
Tras el acuerdo de paz de 2006 entre los maoístas y las autoridades, se levantó el estado de emergencia en Nepal. A pesar de todo, la situación política y económica del país sigue siendo precaria. Paralelamente, el país está haciendo todo lo posible por abrirse al turismo, con la esperanza de que este sector sea el salvador de su economía.
*Tras los fuertes terremotos que asolaron Nepal en abril y mayo de 2015, el país se encuentra en un lento proceso de reconstrucción. Este artículo fue redactado antes de la catástrofe.
En 2006, las autoridades y los maoístas firmaron un acuerdo de paz. Con este tratado se permitía a los combatientes rebeldes formar parte del ejercito regular y a sus líderes, entrar en el gobierno. De hecho, los maoístas tuvieron un gran éxito en las siguientes elecciones. El resto de partidos hicieron todo lo posible por bloquear su ascenso al poder. Pese a todos los esfuerzos de sus rivales, el maoísta Prachanda acabó convirtiéndose en Primer Ministro. Lejos de alcanzar la estabilidad, las negociaciones y las traiciones se multiplicaron, hubo numerosas huelgas y manifestaciones y la situación se volvió aún más inestable. Los maoístas han estado siempre marginados por el poder y su integración en la sociedad no está siendo una tarea sencilla. En este tiempo, las estrategias políticas y otros asuntos banales han ocupado la mayor parte del tiempo de los líderes electos, que no se han preocupado de resolver los problemas reales de los nepalíes.
Con un tercio de su población viviendo por debajo del umbral de la pobreza y una tasa de paro del 40%, Nepal forma parte de los 10 países más pobres del mundo. La inestabilidad política no ayuda al desarrollo económico y Nepal sobrevive actualmente gracias a las ayudas internacionales. La agricultura es el principal sector de una economía realmente frágil. La geografía del país no favorece las grandes explotaciones y el sistema agrícola actual es prácticamente feudal. Arroz, frutas, hortalizas, manzanas... Nada que permita obtener grandes ingresos. La industria agroalimentaria y la textil, así como la construcción (materiales), son insuficientes para lograr un impulso significante en la economía.
El sector más prometedor es el turismo. A lo largo de tu viaje a Nepal podrás constatar que aunque las infraestructuras no estén a la altura, el turismo aporta unos ingresos vitales para el país. El sector tiende a desarrollarse en mayor o menor medida y genera una gran cantidad de empleo, aunque lamentablemente aún depende demasiado de la estabilidad política del país. Hasta que Nepal no solucione sus problemas de seguridad y su permanente inestabilidad, seguirá teniendo un futuro incierto.