
Nicaragua es, como simboliza su bandera, un fragmento de tierra entre dos aguas, bordeado por una cordillera de volcanes. Es un país fértil y extenso, el más grande de América Central, que durante muchos años ha sido oprimido por una dictadura. Las cosas parecen haberse calmado y el país está tratando de olvidar el horror de la guerra civil. Durante tu estancia en Nicaragua no percibirás ningún rastro de la misma, pero está muy presente en el corazón de sus habitantes, que hablarán contigo de este asunto si muestras curiosidad por conocer su historia.
Hasta hace solo unos pocos años, Nicaragua era un país totalmente inestable y fue escenario de conflictos de intereses entre los diferentes descendientes y/o representantes de los regímenes de gobierno. La dictadura ha dejado importantes huellas y convirtió a uno de los países más ricos de América Central en uno de los más pobres. En los últimos años, la situación parece haberse estabilizado y el país está entrando en una fase que se espera que sea más condescendiente con la población. Para el viajero, se trata de uno de los países más seguros de América Central. El gobierno ha implantado políticas dirigidas a reducir la violencia relacionada con el tráfico de drogas y el país está menos afectado por esta lacra que sus vecinos.
Nicaragua puede presumir de albergar 26 volcanes, algunos de los cuales están aún activos. Además, el país se encuentra en una zona de actividad tectónica. Los terremotos más importantes datan de 1931 y 1972. Se registraron numerosas pérdidas, tanto humanas como materiales. Recientemente se ha detectado actividad en el volcán Telica, en el norte de León, y en el volcán Concepción, en la isla de Ometepe. Sin embargo, esta actividad se limita a alguna que otra fumarola y temblores leves, lo cual es bastante habitual. No obstante, debes mantenerte al corriente de las últimas noticias por parte de las autoridades locales.
Situado en el Corredor Biológico Mesoamericano, Nicaragua cuenta con una gran biodiversidad. El 18% de su extensión está registrado en un programa de preservación, en forma de parque o reserva. El gobierno es consciente del potencial ecoturístico del país y las iniciativas van siempre en esa dirección. Si visitas la isla de Ometepe, por ejemplo, sus hospitalarios habitantes estarán encantados de atenderte. Un paseo en barco, caminar a través de las plantaciones, excursiones al volcán... Tendrás mucho donde elegir.
Este proyecto, que consiste en la construcción de un canal que conecta el mar Caribe con el Océano Pacífico no nació precisamente ayer. Sin embargo, su ejecución ha sido demasiado rápida y en condiciones poco claras. La concesión de la faraónica obra del Canal de Nicaragua, que se estima en 50 mil millones de dólares, fue adjudicada a una empresa china. Se inició en diciembre de 2014 y se prevé que finalizará en 2019. Por lo tanto, los agricultores serán expropiados y los indios nativos, trasladados. La población ha mostrado su preocupación por el impacto medioambiental que pueda tener esta obra, especialmente sobre el lago de Nicaragua, también llamado lago Cocibolca. Ha habido manifestaciones constantes en diferentes ciudades del país, en las que la población ha expresado su rabia y consternación ante esta iniciativa tan poco transparente.