El país, los guais, la magia, el ambiente, la comida…. La organización del viaje ha sido perfecta. Le coche que nos transportaba era fantástico. Tanto Mohammed como Hassam han estado pendientes y atentos a todo. El Riad *** es un remanso de paz, precisó, limpio y mágico. El personal atento, cariñoso y servicial. Los desayunos fantásticos.
En el *** camp había magia. En un entorno bellísimo, unas instalaciones impresionantes con una piscina impecable y enorme. El comedor impresionante, la comida buenísima, con música local en directo.Morad nos ha atendido como a príncipes!!
El paseo en camello ha sido inolvidable, te traslada a otro mundo…
Las excursiones divertidas, amenas , típicas… todo encantador.
Gracias especialmente a Mohammed, con el que nos sentíamos protegidos, cuidados y mimados en todo momento. Hassam, que rezuma cultura e historia, es una delicia escuchar sus explicaciones excelentes. Te deja boquiabierto con todo lo que te cuenta sobre la hermosa cuidad de Marrakesh.
Hemos vuelto con muchas ganas de repetir. Ojalá la fortuna vuelva a llevarnos a ese país para seguir descubriéndolo.