Me quedé maravillada desde que llegué en barco a las Lofoten. A primera vista, podrás contemplar las cumbres flotando sobre el agua transparente. Sin embargo, según fui recorriéndolas también pude ver escarpadas costas y bahías arenosas. Fui caminando al azar, y así me encontré con unos pueblecitos de pescadores preciosos. ¡Nunca había visto tanto bacalao seco! En cada rincón, había refugios y secaderos.
Para mí, lo importante de las Lofoten es la naturaleza. Es un lugar tan tranquilo que te sentirás al margen del mundo. El ambiente te predispone a contemplar el paisaje excepcional de aquellas islas maravillosas, que te aconsejo visitar durante un viaje por Noruega.
Las islas Lofoten son únicas y aproveché mi paso por allí para degustar pescado fresco, explorar parajes absolutamente increíbles por los alrededores de Reine e incluso examinar pinturas locales en pequeñas galerías dispuestas en torno al pueblo de Henningsvær.
Sin embargo, lo más fascinante de descubrir las islas Lofoten es que, gracias a estos increíbles paisajes, cualquier en coche se convierte en una auténtica aventura.
Mientras atraviesas túneles y contemplas los paisajes desde los distintos puentes, podrás descubrir para tu sorpresa el color normalmente turquesa del agua y las hermosas montañas accidentadas, rebosantes de vegetación salvo cuando se encuentran recubiertas de nieve fresca, algo que sucede en muchos meses del año.