
Hacer un alto en Wanaka mientras se viaja, es sinónimo de descubrir un oasis de paz y tranquilidad en medio de una naturaleza extraordinaria,... ¡ideal para el trekking, para los largos paseos y para estar de relax!
Durante vuestro viaje a Nueva Zelanda, probablemente os hayáis percatado de la estrecha relación entre este país, el mundo acuático y la importancia éste tiene. Wanaka no es una excepción a la regla y su ubicación geográfica privilegiada, cerca del lago del mismo nombre, es por lo tanto un lugar privilegiado y popular en todas las épocas del año; sin embargo, sigue siendo a la vez (¡oh sorpresa!) bastante tranquilo y poco frecuentado frente a Queenstown, que un teniendo más o menos los mismos argumentos, la tranquilidad es menos.
Una de las cosas con las que deleitarse en esta ciudad es pasearse, sin prisas, por las orillas del lago, para admirar el paisaje y las montañas del entorno antes de ir a tomarse un helado o ver una película en el Paraíso, la sala de cine local, con una decoración exclusiva.
La vida nocturna es tranquila y poco excitante. Tendréis más probabilidades de socializar en las instalaciones de vuestro alojamiento, ya sea un albergue, hotel u otros... que en la ciudad, y en especial cuando ya está bien entrada la noche.
Se ven pocos bares allí, y sin embargo, Wanaka está bien dotada de comercios y supermercados, para que nadie tenga necesidad de nada allí, y especialmente para los turistas: ¡así estaréis bien equipados antes de salir de excursión!
Si la temática principal de vuestro circuito por Nueva Zelanda es la naturaleza, y más concretamente, la naturaleza en toda su majestuosidad, no os hará falta buscar muy lejos: Wanaka es EL LUGAR donde ir y pasar unos días. En efecto, hay increíbles posibilidades en cuanto a trekking, muy variadas, y la oficina de información local os ayudará en todo para buscar la más adecuada, o las más fáciles, las más largas, las más duras... todo siempre según vuestras preferencias, medios y estado físico.
Así por ejemplo, una ruta a Roy Peak, de 4 horas de ascensión, no sería la más ideal para vosotros si váis en familia, mientras que la pequeña subida a Mont Iron será genial, y estará adaptada a los más jóvenes.
Por otra parte, no olvidéis la posibilidad de tener vuestro propio coche, o alquilar uno cuando menos: el punto de salida de algunas excursiones están tan lejos de la ciudad, y os hará falta a veces caminar durante bastante rato (aun si la parada funciona correctamente), para saber dónde ir.
Sin embargo, si sois aficionados a las rutas largas de varios días, o bien os resulta más atractivo un pequeño paseo bucólico de medio día, estad seguros de una sola cosa: Wanaka os ofrece todo lo que se os ocurra a vosotros los aficionados a la naturaleza.