La Haya (su otro nombre es Dan Haag) tiene la fama de ser mitad ciudad pequeña, mitad pueblo. De hecho, en opinión de mucha gente, debería considerarse como el pueblo más grande de Europa. Habiéndola visitado durante mi viaje a Holanda, yo más bien diría que tiene todo lo que es una ciudad. El Tribunal Penal Internacional, muchas embajadas y ministerios, la residencia del Rey, el Parlamento, edificios institucionales y oficiales... muy numerosos como para considerar a La Haya un simple pueblo.
Además de esta curiosa particularidad, La Haya cuenta con fantásticos museos en los que encontraréis expuestas hermosas pinturas como las del gran maestro Rembrandt. Es probable que necesitéis más de un día para verlo todo, entre el Mauritshuis, el Escher in Het Paleis, el Museo Municipal y el resto.
También os aconsejo que vengáis al pueblo durante cualquiera de sus principales eventos, como la celebración del Día de la Reina, la Fiesta de las Banderitas (para celebras la llegada de nuevos arenques) o el Festival Internacional de Fuegos Artificiales.