Emprendí rumbo al norte para cambiar un poco de aires, no muy lejos de la capital, Amsterdam. En coche, en autobús o... ¿por qué no?, también en bicicleta, os aconsejo que salgáis de excursión y paséis un día en la pequeña y encantadora localidad de Marken. Allí el tiempo parece detenerse.
Empezad recorriendo esta bonita localidad de fabulosas casas. Al final llegaréis al puerto. Allí es fácil encontrar algo para llenar el estómago, comer algo o beber un chocolate caliente, con la vista mirando a las aguas del gran lago Ijssel. Es así como debéis conocer Marken. Simplemente, imitando el lento ritmo al cual parece pasar allí el tiempo. Es todo un placer sencillo en un entorno único.
Allí en Marken se vive la vida del país, pero alejados del frenético dinamismo (de forma relativa) de las ciudades holandesas más importantes. Es otra visión de Holanda, pero a tiro de piedra de la capital.