Siendo el cuarto puerto comercial más grande del mundo, y el más gigantesco de Europa, no es de extrañar que si nos atenemos a esta definición no estéis muy entusiasmados con la idea de incluir esta ciudad en el recorrido de vuestro viaje por Holanda. Creedme si os digo que esto sería un error imperdonable.
Visitar el puerto no sólo será muy interesante y lúdico (especialmente si se viaja con niños), sino que Rotterdam ofrece al visitante su arquitectura moderna, única y excepcional, y totalmente diferente a la del resto del pais.
Los amantes de los museos encontrarán algo para llenar sus días en el más hermoso del país. Si tenéis tiempo de ir a uno, deberá ser el fabuloso Boijmans-Van Beuningen. A lo largo de sus salas se expone a Rembrandt, Rubens, Courbet, y también Van Gogh, Monet, Renoir, Kandinsky y Dalí.
Os aconsejo ir a Rotterdam, aunque sólo sea para admirar a todos estos maestros de la pintura agrupados en un mismo sitio.