En todas las veces que pude ir de viaje a Holanda, siempre me encantaba incluir en mi ruta esta pequeña localidad llamada Edam.
Gracias a su famoso queso de igual nombre, esta localidad se ha hecho muy famosa y es muy turística; Edam, a pesar de todo esto, sigue conservando su esencia tradicional y un ambiente muy tranquilo. Yo recomiendo particularmente venir aquí en la mañana, cuando los autobuses de turistas aún no han llegado. Así podréis disfrutar en total tranquilidad de sus rincones, recorrer los típicos canales, pasear por sus calles adoquinadas... y naturalmente entrar en las tiendas queseras. No dudéis para nada preguntar cualquier cosa en cuanto a su elabboración, y degustad unas cuantas variedades antes de elegir vuestra favorita.
Por lo demás, el paseo os permitirá descubrir y conocer Stadhuis, el puente de ladrillos, Speel Toren y Grote Kerk. ¡Me encanta Edam! No perdáis más el tiempo e id a conocerla vosotros también.