
Antes de que se inaugurara el canal de Panamá en 1914, los colonos españoles llevaban las mercancías a lomos de sus mulas por el Camino Real y, posteriormente, por el Camino de Cruces. Desde finales del S. XVI hasta principios del XX, estas rutas que unían los dos océanos tenían para el país la importancia que hoy en día tiene el canal. Durante tu estancia en Panamá puedes lanzarte a la aventura tras los pasos de los primeros colonizadores españoles.
El Camino Real une Panamá Viejo con las ciudades de Nombre de Dios y Portobelo. Aunque este camino histórico estuvo muy abandonado, gracias al ecoturismo está volviendo a cobrar protagonismo. Recorrerlo supone cuatro días de caminata intensa. Hace falta un guía competente, ya que el trazado no está bien indicado y la jungla puede ser peligrosa cuando no sabes dónde te estás metiendo. En cualquier caso, si no te importa mojarte un poco, será una aventura trepidante.
Atravesarás ríos, acamparás en la selva o en refugios y te cruzarás con animales de todo tipo, como ranas gigantescas. El camino atraviesa el parque nacional Chagres, con una flora y fauna muy interesantes (tapires, pumas, caimanes, tucanes...). Te toparás con restos de material ferroviario que fue llevado hasta allí en un intento de construir una vía ferroviaria. Pero la selva decidió lo contrario y recuperó rápidamente lo que era suyo. Llegarás a Nombre de Dios, el puerto de tránsito original, que los piratas arrasaron al poco tiempo. Después llegarás hasta las ruinas de Portobelo, con sus fuertes y sus cañones, ¡toda una inmersión en la historia de los conquistadores!
Si no te sientes preparado/a para pasarte cuatro días en plena jungla, una alternativa más fácil que el Camino Real es el Camino de Cruces. En la época de la colonización se construyó esta ruta para poder transportar mercancías durante la estación húmeda, ya que el Camino Real podía volverse impracticable de un momento a otro. La ruta del Camino de Cruces se hace en un día sin ningún tipo de preparación especial. Hay tramos por las copas de los árboles. A lo lejos se oyen los monos aulladores... La ruta le ha dado nombre al parque natural que la rodea: el parque nacional Camino de Cruces. La ciudad de Cruces se destruyó para construir el canal, aunque se pueden ver algunos restos por la zona.