
Probablemente ya te lo hayas imaginado, la Polinesia es uno de los destinos más caros del mundo.
Además del elevado precio del billete de avión, cuando llegues a la Polinesia te darás cuenta de que el coste de vida allí es también muy caro.
En cuanto al alojamiento, tenemos buenas noticias ya que en este aspecto es posible ahorrar algo de dinero siempre y cuando seas partidario de los campings y no te preocupe demasiado tu propia comodidad. A parte de esta opción, no existe ninguna otra categoría intermedia y habría que pasar directamente a las habitaciones y bungalows de lujo. Los precios de este tipo de alojamientos son muy elevados pero la comodidad y el lujo que ofrecen harán que tu estancia sea aun más mágica e inolvidable.
Ocurre lo mismo con la comida. La opción más económica es hacer la compra en el supermercado. Los restaurantes de alta cocina se imponen y es difícil encontrar establecimientos con precios asequibles. Aunque los menús son verdaderamente deliciosos, los precios no están al alcance de todos los bolsillos.
El transporte entre las islas también es caro ya que tiene que realizarse por vía aérea.
En la Polinesia, puedes montar una tienda de campaña en un camping por poco más de 1.400 CFP (12€). Algunos campings también ofrecen bungalows cuyos precios van de los 6.500 a los 9.500 CFP (de 55 a 80€). En los hoteles, es imposible encontrar una habitación doble para dos personas por menos de 20.000 CFP (167€) la noche. Los maravillosos bungalows construidos sobre el agua, ideales para pasar una noche romántica, cuestan entre 65.000 y 110.000 CFP (de 545 a 920€).
Para comer a un precio asequible, la única alternativa es hacer la compra en un supermercado y aun así resulta más caro que en el área metropolitana. Los restaurantes más populares ofrecen menús que cuestan entre 2.000 y 3.000 CFP (17 y 25€). En los establecimientos de categoría superior el precio de un plato oscila entre los 4.200 y los 6.600 CFP (35 y 55€).