
Tómate tu tiempo y déjate seducir por Varsovia, la capital polaca que cuenta con tres millones de habitantes y numerosos tesoros que ofrecer. Su patrimonio se ha forjado a lo largo de una historia única. La ciudad ofrece un recorrido a lo largo de la historia de nuestro continente. Disfruta también de las noches de Varsovia, tan animadas como seguras.
Increíble. Es el adjetivo que mejor describe el barrio más antiguo de Varsovia, completamente reconstruido tras la Segunda Guerra Mundial. De hecho, durante el Alzamiento de Varsovia, el barrio fue totalmente destruido y gracias una gran movilización nacional los edificios fueron reconstruidos. Tómate tu tiempo para pasear por la plaza del mercado de la ciudad vieja hasta llegar a la columna de Segismundo. También puedes visitar el Palacio Real, que fue la antigua residencia oficial de los reyes de Polonia, actualmente una parte del mismo es un museo. Por último, recorre la Trakt Królewski, la antigua Ruta Real, que atraviesa toda la ciudad a lo largo de aproximadamente diez kilómetros y que finaliza en el parque Łazienki.
¿Sabías que el padre de Frédéric Chopin aceptó un puesto de profesor de francés en el Liceo de Varsovia en 1810? De este modo, siendo solo un niño llegó a la capital polaca, donde destacó por su genio musical durante veinte años antes de trasladarse a Viena y más adelante a París. Visita el parque Łazienki, que con sus casi 76 hectáreas, ofrece un interesante recorrido por el universo del compositor. También puedes descubrir el Palacio Kazimierzowski, donde vivía la familia Chopin. Pero lo más interesante, en mi opinión, es el conjunto de bancos musicales públicos, en los que podrás sentarte y escuchar la música de Chopin e imaginar al joven compositor paseando por las calles de la ciudad.
No puedes dejar de visitar el Palacio de la Cultura y la Ciencia, también llamado PKiN. El edificio fue construido por las autoridades soviéticas en la década de los 50 para dejar su impronta en la ciudad. Su arquitectura masiva sigue creando controversia hoy en día, pero representa un buen ejemplo del estilo soviético. Fue durante mucho tiempo uno de los edificios más altos de Europa. Actualmente, el PKiN alberga museos, salas de concierto, un cine y un gran teatro. En lo personal, me gustaron mucho las impresionantes vistas desde la planta 30, en la que hay un restaurante panorámico. También me enteré de que el Festival de Cine de Varsovia se celebra allí cada año en octubre. Junto a este gran complejo cultural se erigen varios rascacielos de cristal de nueva construcción, que están transformando lafisionomía de la ciudad.
Caminando sin rumbo por las calles de la capital encontrarás pequeñas capillas y la línea que marca los límites del antiguo gueto de Varsovia. Los amantes de la historia deben visitar el Museo del Alzamiento de Varsovia de 1944. En sus cientos de metros cuadrados, podrás sumergirte en la vida cotidiana de los insurgentes y los civiles que se resistieron a la ocupación nazi. La escenografía es muy original y se utilizan medios contemporáneos, como el audio y el vídeo paraayudar al visitante a sentir que está viviendo en ese época por unas horas. El testimonio de los supervivientes es especialmente conmovedor, así como la presencia de numerosos objetos, como dibujos hechos por niños.
Varsovia es una etapa imprescindible en cualquier estancia en Polonia. Se trata de una ciudad en plena transformación urbana que ofrece al visitante diferentes caras.