Manchester no es una ciudad que tenga mucho de interés. Los lugares más emblemáticos de la escena musical local están bastante abandonados, pero los amantes de la cultura y la historia, sin embargo, disfrutarán de una breve visita a esta ciudad fuera de las rutas establecidas.
En la Biblioteca de Chetham se pueden ver los asientos en los que se sentaron Marx y Engels para comenzar a redactar el Manifiesto Comunista, además de los libros que leían, que están expuestos en una estanteria.
La visita continúa con el fantástico Museo de la Historia del Pueblo, que expone los restos y testimonios de la vida cotidiana, y política de la clase obrera Inglesa. Una visita indispensable.
También, recomiendo el Museo de Manchester y la Galería de Arte de Manchester para ver sus respectivas colecciones de arte egipcio y de cuadros prerrafaelitas.
En cuanto a la vida nocturna, como en la mayoría de las grandes ciudades de Inglaterra, la encontré lo suficientemente animada para justificar una estancia más festiva, y los mancunianos, en general, son muy amables y hospitalarios.