
Situada en el Océano Índico, al sureste de África, esta isla montañosa es un sitio ideal para recargar las pilas y desconectar de la ciudad. Ayudada por su carácter turístico. la isla está despertando poco a poco a la importancia de adaptar su entorno para hacerlo más accesible a las personas con alguna discapacidad.
Como región francesa de ultramar, la isla de Reunión está sujeta a las mismas leyes (a menos que se especifique lo contrario), que la metrópolis, y debe respetar la ley francesa del 11 de febrero de 2005 para la igualdad de derechos y oportunidades, la participación y la ciudadanía de las personas con discapacidad. Hay varios estudios que identifican problemas de las personas con discapacidad en la isla de Reunión, cosa que de por sí ya demuestra una intención real de mejorar las condiciones de vida de las personas con discapacidad. Muchos de ellos son elegibles para recibir ayudas del Estado, como por ejemplo un subsidio para minusválidos adultos. El número de estructuras especializadas ha aumentado significativamente en los últimos años, aunque sigue siendo a todas luces insuficiente.
Consciente de su potencial turístico y de la población local con discapacidad, la isla de Reunión ha hecho esfuerzos para mejorar la accesibilidad de su territorio a los discapacitados. La isla ha creado una plataforma de debate que reúne a los proveedores turísticos y a los representantes de los turistas discapacitados, con el fin de sensibilizar a los reunioneses y en concreto a los actores turísticos. Se han hecho estudios y lanzado proyectos para actualizar los establecimientos y prestaciones turísticas. Hay que destacar, por ejemplo, los frentes marítimos de Saint-Pierre y Saint, accessibles fácilmente, así como la vía peatonal que va de Roches Noires a Saint-Gilles y ha sido poco a poco remodelada para optimizar su accesibilidad.
En cuanto al alojamiento, muchos hoteles no están adaptados, pero es posible encontrar algunos. En general, los autobuses son accesibles aunque es recomendable ir en coche por la isla ya que el terreno es difícil. Moverse por la ciudad presenta algunas dificultades: las aceras son altas y no tienen rebajes, y hay que enfrentarse a obstáculos constantemente. Puedes contar siempre con la ayuda de los reunioneses, quienes harán lo que esté en su mano para que tu viaje sea lo más agradable y cómodo posible.