
Los rumanos son creyentes practicantes. Las creencias y religiones tienen una importante influencia en su vida y su modo de pensar, ya sean jóvenes o mayores. Con más de un 85% de ortodoxos en Rumanía, esta es la religión predominante del país.
Durante tu viaje por Rumanía, seguramente tendrás la oportunidad de visitar los monasterios, auténticos centros culturales rumanos. En Bucovine y en Valachie, los monasterios son unos edificios magníficos, construidos por artistas locales. Se restauran y renuevan numerosos monasterios gastando importantes sumas económicas, y representan además el poder de la Iglesia Ortodoxa en Rumanía.
El calendario ortodoxo es seguido por una gran mayoría de rumanos, tanto por costumbre como por elección. Las clases dereligión ortodoxa son obligatorias en Rumanía y tienen un papel importante en la educación de la juventud rumana, algo que provoca un debate para los no creyentes, o los fieles de otras religiones.
La Iglesia Ortodoxa de Rumanía se encuentra prácticamente en todo lugar que vayas.
Hay una minoría del 5% de católicos, y estos proceden de Hungría, Alemania y Polonia. La Iglesia Católica se encuentra presente principalmente en Transilvania, en donde cuenta con más de 1000 iglesias.
Además, un 7.5% de la población rumana es protestante; esta comunidad también se encuentra activa sobre todo en Transilvania. Las iglesias tradicionales, luteranas y reformadas, son seguidas a menudo por fieles procedentes del mundo rural y decepcionados del clero ortodoxo.
Hay unos 65.000 musulmanes y 3.500 judíos en el país.
La Iglesia ocupa un lugar importante en la sociedad rumana. Expresa su opinión en asuntos de sociedad y para la población local, su opinión tiene un valor indiscutible. La Iglesia y el Estado están separados, la República es laica, es cierto, pero este se ha dado cuenta de la gran influencia de la Iglesia en los rumanos, así que el mundo político está siempre presente en todo evento religioso. Además la Iglesia simboliza en cierto modo la unidad de los rumanos desde un punto de vista cultural, y por ende tiene un papel social fundamental.
La fe y la espiritualidad son parte integral de la vida de la población rumana, y perduran a través de la historia del país. El gobierno rumano declaró en 2013 que deseaba defender la libertad de culto en Rumanía. Continuará...
El país entero está lleno de leyendas, y esto contribuye a su riqueza. Como viajero te resultarán muy interesantes. Atento a las historias de los rumanos que te cautivarán con sus creencias y supersticiones, y que continúan vivas en algunos pueblos de Rumanía.
Entre verdad y leyenda, la historia de Vlad Tepes, conocido como Drácula, atrae a numerosos visitantes, y demuestra hasta qué grado las leyendas siguen vivas en Rumanía. A unos treinta kilómetros de la ciudad de Braşov, el castillo de Bran renace gracias a la famosa leyenda de Drácula.