Es totalmente inconcebible programar un viaje por Sudáfrica sin incluir una vista al parque Kruger.
Allí hay animales en grandes número y tendrás la oportunidad soñada de contemplar los Big 5. De norte a sur, y pasando por la parte central, el parque ofrece paisajes diferentes. La inmensa superficie aporta una sensación de tranquilidad a pesar del gran número de visitantes. Aunque el alojamiento en el interior del parque tiene un precio bastante elevado, es posible reservar a mitad de precio en los campings, si se hace con mucha antelación.
En lugar del clásico safari organizado en coche, te recomiendo hacerlo a pie acompañado de un ranger. Es una experiencia única en la vida.
Yo visité el parque Kruger en dos ocasiones. ¡Y todavía no me he cansado! La primera vez, me centré en la parte norte del parque: el río Limpopo y la zona más boscosa. Sobre todo, pude observar elefantes, antílopes –entre los que se encuentra el magnífico kudú – y animales más comunes: facoceros, zebras, etc. Escogí la opción de acampada y todas las noches nos quedábamos en campamentos acondicionados.
Durante mi viaje más reciente, preferí descubrir la parte sur del parque Kruger. Más seca, con vegetación más escasa, es conocida por sus felinos. Durante mi estancia, elegí la opción más cómoda del alquiler de bungalows o tiendas safari. Esta última opción es verdaderamente una experiencia única: mi tienda se encontraba a pocos metros de la verja del campamento con vistas a un antiguo río seco. Unos babuinos que fueron a robar un paquete de patatas fritas en la tienda de al lado nos amenizaron el aperitivo. Una bonita lección de humildad: ¡ en el parque Kruger, el hombre es el intruso ! Y la reputación de la parte sur del parque se confirmó: ¡vi leones en tres ocasiones a pocos metros del vehículo echándose la siesta durante las horas de calor del día y guepardos!
¡Para los amantes de los animales y la vida salvaje, es obviamente indispensable descubrir este remanso de la preservación!