La región de Krabi es conocida por sus paisajes de postal, pero la ciudad en sí tampoco me pareció desagradable y tiene muchas cosas que ver. El camino que va desde el puerto antiguo hasta el centro permite conocer Krabi y a sus habitantes.
Si, como a mí, no te asusta madrugar, ve a darte un paseo por el mercado, (muy) matutino y colorido, con sus pilas de frutas y verduras cada cual más llamativa. Tendrás que darte prisa, porque sobre las 8.00 ya estará todo recogido. Si prefieres dormir hasta tarde podrás disfrutar de los mercados nocturnos.
Para los aficionados a los viajes deportivos, te aconsejo visitar el Templo del Tigre, a pocos kilómetros de la ciudad. Es uno de los templos budistas más importantes del sur de Tailandia. Para llegar hasta arriba deberás subir más de 1000 escalones, pero las vistas de la región desde lo alto son impresionantes.
Quedé fascinado con el encanto de Krabi, una pequeña ciudad Tailandesa muy tranquila y agradable. Había una gran cantidad de albergues y un mercado nocturno que no tiene nada que envidiar a los de Chiang Mai y Chiang Rai, aunque sea más pequeño.
Sería una lástima que pasaras de largo por la península de Railay durante tu viaje a Tailandia. Conocida por albergar una de las playas más bonitas del mundo, a Railay se puede acceder desde el embarcadero de Krabi. Pero tranquilo, no tiene pérdida: los habitantes locales irán a buscarte. Es posible ascender a varios puntos desde donde disfrutar de unas magnificas vistas. Sin embargo, hay que ser prudente, ya que no hay ninguna seguridad y el ascenso se parece más a una escalada que a una ruta de senderismo.
A unos 30 km de Krabi, puedes visitar, preferiblemente en moto, Hot Springs y Emerald Pool. Allí podrás disfrutar de sus manantiales de agua caliente y bañarte en aguas de color esmeralda. Te parecerá que estás soñando, ya que el azul de esta “piscina” parece irreal.
Me alojé solo una o dos noches en Krabi, pero guardo un buen recuerdo. Por una vez, preferí Krabi a Phuket porque esta última ahora está demasiado llena de gente y Krabi me parecía que ofrecía un ambiente mejor. Todo gira en torno al turismo, Krabi dispone de toda la infraestructura hotelera y de restauración necesarias. Las playas son muy agradables, sin ser idílicas, y la línea de costa es bonita.
Sin embargo, Krabi es, en mi opinión, más un sitio de paso que un lugar para quedarse. Se trata de un punto de partida ideal para islas como Kho Phi Phi. Me gustó especialmente ir a Krabi Railey, situada no muy lejos. Un lugar muy agradable por su ambiente tranquilo y sus hermosas playas, para probar la escalada o, simplemente, para relajarse.
En resumen, me gustó mucho Krabi y la aconsejaría a cualquier viajero que haga un viaje por el sur de Tailandia.