
Las túnicas de color azafrán de los monjes budistas se ven en todo el país. Durante tu viaje a Tailandia, tendrás la ocasión de observar el fervor religioso de los tailandeses, materializado en los soberbios templos y en las enormes estatuas de Buda. Los tailandeses conservan muchas creencias tradicionales, originadas en ritos ancestrales y muchas ancladas en supersticiones.
Con un 1% de cristianos y la mitad de animistas, los fieles de estas religiones son la excepción en un país donde el 94% de la población es budista. En el sur, en la frontera con Malasia, el 5% de musulmanes representa la segunda religión del país. Durante tu viaje a Tailandiatendrás la ocasión de visitar un templo o de contemplar una estatua de Buda.
Los Tailandeses veneran los templos y hacen numerosas ofrendas. Los extranjeros son bienvenidos, y deben mostrar respeto durante las ceremonias religiosas. El budismo tiene un papel muy importante en la vida cotidiana de los tailandeses. Tanto es así, que todos tienen la obligación, al menos una vez en la vida, de vestir la túnica de color azafrán y dedicar un período de su vida enteramente a la religión. En Tailandia, el budismo tiene la imagen de una religión abierta y tolerante. Los monjes budistas son muy respetados y tienen un rol de peso en la sociedad.
Además del papel principal que tiene la religión, la vida cotidiana de los tailandeses está sembrada de creencias. Las serpientes son animales muy respetados, ya que una cobra de siete cabezas protegió a Buda de un diluvio durante su meditación. Para demostrar su respeto por la vida, los tailandeses compran aves enjauladas y seguidamente las liberan. Otra tradición importante es la de las ofrendas de flores. En los templos, en los coches, en bodas, nacimientos o cualquier acontecimiento vital, es de buena educación ofrecer un collar de flores, capullos de flor de loto o composiciones florales. Los tailandeses están muy apegados a los amuletos. Las imagenes de Buda, los brazaletes de madera y amuletos en general tienen mucho éxito. Para acabar, antes de hacer cualquier construcción de casas o edificios, es necesario construir una casa para los espíritus. Es una construcción en miniatura que hay que mantener y honrar con ofrendas.