El "camino" o más bien la pista forestal que lleva al lago Natron es estupenda y merece la pena el tormento de viajar algunas horas entre las sacudidas de un dalla-dalla, un camión o un 4x4 (no de lujo) A lo largo del gran Rift africano, la pista cruza el territorio masai, formado por llanuras interminables y colinas que acentúan la grandeza del paisaje. Aunque el espacio se ha mantenido bastante salvaje, aparte de algunos pastores masai por el camino, como máximo te cruzarás con algunas cebras. En la segunda mitad del trayecto posiblemente verás leones.
Pasarás por los pueblos de Selela y Engaruka. Aunque el primero es bastante agradable, Engaruka me dejó la impresión de ser un monedero andante. Hay un peaje rudimentario instalado y te piden una aportación económica para continuar el camino hacia el norte. Después de haber recorrido la mitad de los 80 kilómetros desde Mto Wa Mbu al lago, no hay mucha alternativa.
Pero todo eso se olvida rápido al llegar a la orilla del lago Natron. Tiene unos colores sorprendentes debido a la composición del agua, y una extraordinaria población de flamencos enanos. El lago Natron es toda una experiencia.