Preciosa y colorida ciudad en el corazón de los increíbles paisajes lunares del valle de la Capadocia, Goreme es sin duda un lugar de ensueño para descubrir la magnífica región de alrededor. No hace falta decir que la Capadocia es maravillosa. Para mí, es la región más mágica de Turquía y una de las más bonitas del mundo. La ciudad de Goreme ciertamente contribuye a ello.
Además, es curioso ver cómo, a pesar de la llegada masiva de turistas a lo largo de todo el año, Goreme es capaz de conservar cierta calma y autenticidad. En el centro de la ciudad podrás encontrar muchas agencias que ofrecen excursiones varias al Parque Nacional vecino. En ellas, es imprecindible el trayecto en globo para ver las chimeneas de piedra desde lo alto.
Con un paisaje lunar totalmente inolvidable, la Capadocia ofrece imágenes que rara vez volverás a ver a lo largo de tu vida: las altas mesetas formadas por cenizas volcánicas y la erosión a lo largo de las glaciaciones dieron como resultado esta formidable mezcla actual de chimeneas, lagos, grietas y cañones, todo ello en una toba quebradiza que da un aspecto surrealista al lugar.
Opino que la Capadocia, a pesar de atraer a numerosos turistas, sigue siendo una de las regiones más extraordinarias de Turquía. Además, sus habitantes a menudo aprovechan la fragilidad de la roca para acondicionar alojamientos en cuevas. Por último, una experiencia definitiva e inolvidable que pude realizar fue sobrevolvar estos paisajes a bordo de un globo aerostático.
La región es muy conocida por los paisajes tan impresionantes que ofrece, por sus casas excavadas en la roca y por sus misteriosas formaciones geológicas, llamadas chimeneas de hadas.
Para los amantes del invierno: ¡el paisaje es todavía más bonito con nieve!
Para los amantes de los viajes fuera de lo común: se puede ver Capadocia a vista de pájaro dando un paseo en globo. Te aconsejo hacerlo al amanecer para disfrutar plenamente de un espectáculo magnífico.
Me quedé en Capadocia cinco días para tomarme mi tiempo, sumergirme por completo y conocer a gente de allí. Es el reino de los caballos. Los aficionados a la hípica sabrán dar buena cuenta de ello.
Lo mejor es alquilar un coche para unos días, ya que los puntos de interés están a una decena de kilómetros unos de otros. Además, así puedes ir de pueblo en pueblo libremente, según la vena que te dé.
Guardo recuerdos inolvidables de Capadocia, una bella lección de historia y de geografía. Se hace difícil imaginar los millares de personas que han vivido en aquellas casas troglodíticas y los cientos que las siguen habitando, seguramente amenazados con desaparecer en un futuro. Aprovecha ahora que todavía estás a tiempo, antes de que el turismo de masas se lo cargue todo.
Destino indispensable durante un viaje a Turquía, jamás olvidaré la belleza árida de Goreme, su valle del amor con las rocas fálicas apuntando al cielo y sus colinas perforadas de un lado al otro. Hay hoteles para recibir a los visitantes en las mejores condiciones, pero, como estaba en plan aventurero andrajoso, elegí una gruta abandonada para pasar la noche.
Sobre todo en Goreme, me encanta ascender en globo para descubrir la región desde las alturas. Por supuesto, no estarás solo. La gente se agolpa en las puertas para ver el espectáculo, pero por algo es: el lugar es realmente magnífico. Sea cual sea tu presupuesto, no puedes perderte esta atracción.
Capadociaes, en mi opinión, una parada obligatoria en Turquía. Cada paisaje es más impresionante que el anterior y cada valle se presenta como un nuevo espectáculo para los sentidos. Podrás explorar paisajes de origen volcánico formados por cenizas y lodos y a los que la erosión ha dado forma de valle. Descubrirás enormes acantilados, pueblos trogloditas con cuevas habitables, antiguas iglesias talladas en la misma piedra...
Dependiendo del tiempo, el paisaje cambia de color. Podríamos pasar días enteros contemplándolo y recorriendo todos los rincones de Capadocia. Por mi parte, creo que es agradable poder ir de una ciudad a otra (como de Göreme a Uçhisar) paseando por los valles del amor y de las palomas. Estas ciudades se pueden recorrer en círculo, lo que permite volver fácilmente al punto de partida.
Por último, os aconsejo visitar la increíble ciudad subterránea de Derinkuyu que data del siglo VIII a.C. y tiene capacidad para albergar a un máximo de 50.000 personas. Bajo la tierra podemos encontrar una auténtica ciudad: habitaciones, iglesias, establos, comedores...