
Turquía parece estar viviendo una situación clave en su historia. Por un lado, su economía está en plena expansión, pero, por otro, la inestabilidad política de sus países vecinos parece afectar a la suya propia. Turquía se encuentra en un momento clave para su futuro. Nos queda saber cómo se negociará todo esto.
Con sus fronteras comunes con Siria, Iraq e Irán, Turquía está en primera línea para asistir a los conflictos que tienen lugar allí. Te lo aseguro: no corres ningún riesgo quedándote en el país y no tienes ninguna razón para anular tu viaje a Turquía. Aunque el presidente, Abdullah Gül, está en mucho mejor situación que sus homólogos de países vecinos, a pesar de todo debe hacer frente a numerosos problemas. Las relaciones con Israel, Iraq, Irán y Egipto no son demasiado buenas y de momento no se prevé que entre en la Unión Europea. Se abren numerosos procesos contra la oposición política y contra los periodistas. En 2013, Turquía fue el escenario de enormes manifestaciones nacionales. La plaza Taksim en Estambul aún recuerda las terribles escenas de guerrilla urbana.
Tras un comienzo de década complicado y marcado por una inflación galopante, el índice de crecimiento fue del 7 % en 2007 y alcanzó el 9 % tres años más tarde. Hoy en día Turquía es la quinta potencia económica mundial ; su PIB se ha multiplicado por cuatro en tan solo diez años. La agricultura aporta el 10 % del PIB, pero el sector está en declive y le cuesta modernizarse. Turquía debe su desarrollo sobre todo a la industria. Los sectores más fuertes son el de la fabricación, el del automóvil, el agroalimentario, el electrónico, el petroquímico, el de la construcción y el siderúrgico. Aunque ahora todo parece ir mejor, el equilibrio sigue siendo frágil, porque Turquía depende demasiado de Europa, siendo prácticamente su único socio.
Máximo exponente del país, el turismo se encuentra en pleno boom y es el único acelerador de la economía. El año pasado, 31 millones de visitantes viajaron a Turquía. El objetivo es recibir hasta 50 millones de aquí a 2020. No es una cifra nada desdeñable, pero al parecer es totalmente factible. El país desarrolla cada vez más sus infraestructuras turísticas. La evolución geopolítica de la zona en la que se encuentra Turquía sin duda será un factor primordial para alcanzar estos objetivos.