Los servicios contratados nos han resultado de inferior categoría a lo esperado. Especialmente malo, por sucio, el hotel de Jiva. Los hoteles en Tashkent y Samarcanda sí fueron buenos.
La comida y la bebida es muy barata en el país, por ese motivo, no entendemos que, en las comidas que llevábamos contratadas con la agencia no hubiera calidad ni cantidad.
Por otro lado, los precios de las bebidas, especialmente la cerveza, en los restaurantes contratados eran sustancialmente más altos que los ofrecidos al resto de clientes (nuestros menús contratados sólo incluían agua, cualquier otra bebida se pagaba aparte)
En cuanto al país, se trata de un lugar muy amable para el viajero, muy seguro, y los uzbekos son muy simpáticos.