Guardo muy buenos recuerdos de Hanói. Por la ciudad se pueden dar muy bonitos paseos, y, a pesar de su tráfico, que puede ser algo denso, es muy agradable deambular por sus callecitas. En el bariio de las 36 calles del casco antiguo, las calles llevan el nombre de los artesanos que trabajaban allí. Hoy en día, las tiendas venden lo mismo en una misma calle. Así, encontramos, por ejemplo, la calle de las cacerolas, la calle de los reparadores de escúters o la calle de los vendedores de aves.
No muy lejos de allí, en el lago Hoan Kiêm, se yergue el templo de Ngoc Son, al que se llega cruzando el puente del Sol Naciente, El paseo alrededor del lago es agradable. Claramente, es el lugar preferido por las parejas de recién casados. Muchos de ellos vienen aquí a hacerse fotos con sus trajes de novios. Atención a los que buscan un destino para su luna de miel.
Hanói es de obligada visita durante tu viaje por Vietnam. Me quedé tres días allí y me dio tiempo a impregnarme del ambiente de la ciudad, al mismo tiempo típico del sudeste asiático, pero que también recuerda a algunas ciudades europeas.
Me di muchos paseos a pie, y conseguí que no me atropellase ningún motorista o ciclista. Hay que tener mucho cuidado con ellos, el tráfico es impresionante y va en todos los sentidos.
Me gustó recorrer las orillas de los lagos, ver jugar al ajedrez a los habitantes locales en una callejuela, o a los jóvenes disputándose un partido de bádminton en la acera. El barrio francés recuerda mucho a Europa, con las terrazas de las cafeterías y sus numerosas callecitas.
El centro histórico de Hanói es increíblemente bullicioso y fascinante. Entre las motos, los taxis y los peatones, no sabes ni dónde meterte. Aprovecha para ir a comer en las tascas de carretera: la comida es exquisita y barata. Pero ten cuidado, ¡que no te timen! Me encantó dar una vuelta por las treinta y seis calles, cada una de un gremio profesional distinto.
El lago Hoan Kiem es muy apacible, rodeado de vegetación. Por la noche, las parejas de vietnamitas invaden los bancos de la orilla y se convierte en un lugar para el romanticismo. He visitado varias veces el espectáculo de marionetas de agua, que se celebra en la parte norte del lago, aunque dudo mucho que te devuelva a la infancia.
También te aconsejo ir al Templo de la Literatura y a los muchos lagos de la ciudad de Hanói. Te encantarán, y más después de todo el ajetreo del centro. También estuve en el Museo de Etnología de Vietnam. Está un poco lejos del centro, pero valió la pena ir hasta allí. El Museo de la Mujer Vietnamita es conmovedor... Te das cuenta de las condiciones de vida que tienen las mujeres en este país. ¡Corre a sumergirte en su historia!