Por la noche, la ciudad de Hoi An me pareció muy romántica. Tiene un encanto innegable. Las fachadas, todas parecidasy con una arquitectura de madera, aportan una gran belleza a esta ciudad. Ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En todas las calles hay un montón de tiendas para turistas y te agobiarán sin parar. Sin embargo, eso no le quita encanto al paseo ni te evitará apreciar la belleza del casco antiguo y las orillas del río.
Me gustó el célebre puente japonés, muy romántico. Las parejas que se hacen fotos delante antes de casarse son geniales. El pase de 5 visitas me permitió entrar en los templos y en las casas, pequeñas pero típicas. Los vietnamitas son muy agradables allí. Fui por curiosidad a un concierto de música folcórica y no me decepcionó.
El albergue donde me alojaba nos prestaba bicis, así que fuimos a explorar los alrededores de Hoi An bordeando el río, hasya la playa de Cua Dai. Las callecitas, las viviendas y los cultivos que atravesamos merecen mucho la pena, y permiten salirse de los típicos itinerarios turísticos. En la playa de Cua Dai, por la noche, sacaron unas mesitas con velas y se estaba muy a gusto tomando algo allí.
Aunque suele estar lleno de gente y de turistas, el casco viejo de Hoi An es una verdadera maravilla y, para mí, uno de los mejores recuerdos que guardo de Vietnam. El centro histórico de la ciudad lo componen casas antiguas con la arquitectura de la época, separadas por callejuelas que van a parar a las orillas del río Thu Bon. La ciudad es patrimonio de la humanidad por la UNESCO y recibe a muchísimos viajeros, pero aun así ha conservado gran parte de su encanto.
Por la tarde-noche ponen tenderetes en el paseo fluvial y ofrecen todo tipo de comidas locales. El casco viejo es exclusivo para peatones. Solo la luz de los farolillos alumbra sus callejuelas, lo que crea una atmósfera totalmente mágica. Para mí, es algo que no te puedes perder durante tu estancia en Vietnam.
Después de visitar las grandes ciudades, mi estancia en Hoi An me hizo mucho bien. Tuve la impresión de viajar atrás en el tiempo mientras paseaba por esta ciudad tan encantadora, tranquila y relajante, ideal para una estancia en familia.