
La población de Vietnam sufre todavía las secuelas de la guerra. Hay muchas personas con discapacidad pero, de momento, el país cuenta con pocos recursos y pocas infraestructuras para ellos. Son las familias, y también los orfanatos, los que se están moviendo mucho para asistirlos con su discapacidad.
Ahora entenderás por qué el viajero con movilidad reducida no es una prioridad para los vietnamitas y por qué recomendamos que te organices lo mejor posible.
La cultura vietnamita influye en la imagen que la gente tiene de la discapacidad: que las familias tengan hijos discapacitados se le atribuye al destino. La discapacidad se debe para ellos a un mal karma, un espíritu malvado. Por eso, las familias se ven estigmatizadas.
Se han puesto en práctica algunos proyectos de Handicap International en Vietnam. Pretenden mejorar la inserción social y económica de las personas discapacitadas.
Las aceras están llenas de coches, motos y tenderetes. Por si fuera poco, están en alto y sin rampas.
El transporte público (autobuses y trenes) tampoco están pensados para viajeros con movilidad reducida. Los vuelos nacionales son un medio de transporte rápido para ir del norte al sur de Vietnam.
Si vas en silla de ruedas, necesitarás un coche con conductor. Resérvalo antes y tu viaje por Vietnam será muchísimo más fácil y agradable.
Quédate sobre todo en las grandes ciudades de Vietnam: Ciudad Ho Chi Minh, Hanói, Hoi An y Hué. Allí los hoteles tienen ascensor y son más accesibles. En estas capitales tienen rutas en barco acondicionadas. Solo hay que preguntar en la recepción del hotel para reservar excursiones de este tipo. Pide también información sobre restaurantes que tengan fácil acceso. Por ejemplo, la laguna Hoan Kiem en Hanói está adaptada y se puede pasear tanto a pie como en silla de ruedas.
Los vietnamitas, siempre muy serviciales, serán una ayuda inestimable.