Los paisajes montañosos del parque nacional del monte Songnisan son espectaculares: macizos de granito, valles rocosos, cerezos en flor en primavera y hojas coloridas en otoño. Hay un montón de rutas para hacer senderismo, con distintos niveles de dificultad. Te dan la oportunidad de sumergirte en la belleza de sus parajes naturales, de vivir la magia de las montañas perfilándose entre las nubes. Prepara agua y provisiones antes de salir. No siempre podrás encontrar más por el camino. Con un poco de suerte, verás algunas especies de aves autóctonas del parque.
Como es corriente en las montañas coreanas, hay templos budistas esparcidos por la montaña. La pagoda Beopjusa se levantó hace casi mil quinientos años en el monte Songnisan. Es una de las más destacadas de toda Corea.