Situada en el noreste de Praslin, Anse Lazio es uno de los lugares más típicos de la tarjeta postal de las Seychelles. La arena dorada refleja el sol, el agua transparente presenta tonos turquesa con todas las olas necesarias para no aburrirse. Las pocas rocas que se encuentran son tan suaves como caricias.
Si buscas una cima en tu estancia en las Seychelles, sin ninguna duda es ahí en donde se encuentra. Después de haber fondeado durante un largo viaje en velero, encontré en Anse Lazio el lugar ideal para contemplar puestas de sol sobre un mar de reflejos anaranjados de gran belleza.
Hay muchos hoteles con piscinas, restaurantes y otras facilidades turísticas pero esta playa en sí misma es de una pureza tal que borra todo lo anterior.
Creo que nadie me llevará la contraria: las Seychelles son muy, muy bonitas. Sin embargo, lo fuerte es que entre tanta belleza siempre habrá rincones de aspecto irreal que te seguirán sorprendiendo.
Es el caso de la espléndida Anse Lazio. Esta gran bahía cumple todos los requisitos que podríamos pedirle a una playa perfecta: cocoteros, aguas turquesas, arena blanca, rocas de granito rosa, y, para rematar, menos vecinos de toalla de los que se podrían esperar, a pesar de ser uno de los sitios imprescindibles del archipiélago. Como habrás podido suponer, me gustó mucho visitarla. En realidad, me encantó la Isla de Praslin en general, sobre todo su contraste entre selvas tropicales y playas en las que te puedes bañar sin peligro. En definitiva, de visita obligada durante tu itinerario por las Seychelles.