Antofagasta, apodada "la perla del norte" es la quinta ciudad más poblada de Chile. La ciudad balneario de Antofagasta, situada en Atacama y a orillas del océano Pacífico, no tiene gran interés cultural. Es principalmente un lugar para relajarse y aprovechar el buen tiempo.
Tus días vibrarán al ritmo de baños de mar, deportes náuticos y degustaciones de marisco. El entorno de Antofagasta se compone principalmente de playas de arena blanca y aguas templadas de color turquesa. Mis playas preferidas: Mejillones, la Isla Santa María y Hornitos. No hay nada mejor para refrescarse que un Pisco Sour, ¡el cóctel nacional chileno!
Desde mi punto de vista, las ciudades del sur de la costa, más pequeñas, son las que tienen más encanto, como Bahía Inglesa y Caldera. Si ya estás harto de playa, debes saber que la región cuenta con numerosos emplazamientos arqueológicos y paleontológicos.
He hecho una parada en mi viaje por Chile. Y debo admitir que no he encontrado nada realmente interesante en Antofagasta. En los últimos años, han construido numerosos edificios. Los principales atractivos turísticos son la playa y la avenida de Brasil, que es la arteria principal de la ciudad y donde se encuentran numerosos pubs y restaurantes.
Los demás monumentos turísticos se encuentran en el barrio histórico. Allí podemos ver el malecón salitrero, el antiguo edificio de aduanas y el antiguo edificio de gobernanza marítima. Si bien el gobierno de Chile los ha declarado monumentos nacionales, considero que son feos y sin ningún tipo de interés.
Lo único que merece la pena en los alrededores de la ciudad se encuentra a 75 km: una mano gigante que sale del desierto (en la ruta Panamericana).
Después de haber cruzado las grandes llanuras desérticas, me quedé sorprendido al llegar a Antofagasta por su tremenda actividad portuaria y el bullicio de la ciudad. Por un lado, el puerto se impone con sus grúas, portacontenedores y su tráfico incesante; por otro, los edificios son altos y, más hacia el centro, se pueden encontrar hermosas fachadas de colores en la plaza de Colón y su Torre del Reloj. Sobre todo se observa la fuente cuando uno se sienta en uno de los bancos de la plaza.
Un poco más al norte, a unos quince kilómetros como mucho, las playas situadas frente a La Portada invitan a dar un agradable paseo al margen de la agitación de la ciudad. El mirador, en donde encontramos las mejores vistas sobre la roca tallada y los desgarrados acantilados, es también el punto oficial de la ciudad para tomarse una foto.
Por último, el día pasa rápido por Antofagasta, y sería una lástima cruzar el desierto de Atacama sin realizar ninguna parada en tu recorrido por Chile.