Nitra no me gustó demasiado por distintos motivos. Se trata de una ciudad situada sobre una gran meseta, al sudoeste del país. Nitra es una de las ciudades más antiguas de Eslovaquia y la cuarta en tamaño, con 80 000 habitantes. Tuvo un papel destacado en el movimiento independentista del país.
No obstante, me pareció que quedaba muy poco de aquellos elementos históricos a día de hoy, y que el paisaje urbano que se ofrece al visitante es, por desgracia, triste, marcado por la etapa soviética: grandes bloques de edificios; plazas donde se combinan construcciones antiguas y modernas sin ninguna preocupación por armonizar la arquitectura en conjunto, y muchos centros comerciales que van surgiendo como setas, mostrando la llegada del capitalismo triunfante. Por último, pienso que los campos de alrededor no son tan impresionantes como en otras zonas del país.
Debido a todo ello, no pienso que Nitra sea una etapa imprescindible en medio de un viaje por Eslovaquia.