Montenegro o la Montaña Negra. El simple nombre de este país evoca a la vez la oscuridad y el romance, y el territorio fascinante está lejos de decepcionar a sus visitantes. Destino de montaña, Montenegro se encuentra en un bosque que cubre la mayor parte del territorio. Pero es también el mar Adriático, con la Grande Playa, en el sur a 14 km, en la Lista del patrimonio de la UNESCO de Kotor, e inclusive Budva. De sur a norte, te esperan diversas experiencias. Los Parques Nacionales Durmitor y Prokletyes, norte y este del país, hogar de los tesoros naturales con una belleza increíble en los que es posible poner los pies en la nieve y nadar en el mismo día. La vida sigue siendo tradicional, y muchos agricultores aún viven sin electricidad, pero tampoco es que la casa no se mantenga caliente. El Lago Skadar, por su parte, es el lago más grande de los Balcanes y se extiende hasta Albania. Un gran lugar para la migración, perfecto para observar el amanecer y los cientos de diferentes especies de aves que se alojan allí. Medigovići, Perast o el Golfo de Kotor, son sólo unos de los pocos lugares que harán de tu viaje una experiencia inolvidable en Montenegro.