Es agradable pasar algunos días en Miami y, si te gusta salir de marcha, sin duda es el mejor destino de la región. A mí, personalmente la ciudad me pareció un poco excesiva, y también sus habitantes, tan siliconados y bronceados. El culto al cuerpo reina en su famosa playa.
Miami tiene algunos barrios agradables como el Design District, donde la cultura alternativa se plasma en sus muros con pintadas, o incluso el famoso barrio cubano, ideal para degustar platos buenos y baratos o para comprar puros. Sin embargo, lo mejor es que vayas acompañado y de día, ya que al parecer puede ser peligroso: Miami es una ciudad conocida por su alto índice de criminalidad. Personalmente, yo no tuve problemas, pero me guardé las espaldas y fui prudente.
Sin embargo, lo más típico sigue siendo pasearse por la playa y ver los famosos edificios art déco, que son magníficos.
Desde Miami, también se puede llegar fácilmente a los Everglades y a los Cayos, dos destinos estupendos que no te puedes perder en sus alrededores para seguir con tu itinerario por Estados Unidos.
Me quedé tres días en Miami y la única ventaja fue tener tiempo de visitar el archipiélago de los Cayos, situado al sur de la ciudad. Miami no me encantó precisamente, por no decir más. Durante mi viaje por Estados Unidos no quería dejar de ver esta ciudad balnearia, en la que vivía uno de mis personajes preferidos de las series, Dexter Morgan. Por eso mismo me decepcionó, porque no vi nada de los paisajes y de la luz que aparecen en la serie.
Ocean Drive y Miami Beach me decepcionaron mucho. Nunca tenido tanta sensación de que me querían sacar el dinero.
Miami, destino soleado y de playa por excelencia, es la ciudad con la mayor población del estado de Florida. Su clima cálido, siempre presente, explica su popularidad.
Cuando estuve en Estados Unidos, al no poder quedarme tumbada en la playa toda la semana, decidí ir a visitar «Little Havana». Me encantó ese barrio. Allí encontré ambientes cubanos y latinos en medio de un mundo completamente estadounidense como es el de Florida. De hecho, este barrio se fundó cuando tuvo lugar la crisis de 1959 en Cuba. En esa época, casi medio millón de cubanos vinieron a Miami a buscar refugio. Después, en 1980, cuando Florida abrió sus puertas temporalmente, llegó otra oleada de inmigrantes. En resumen, te recomiendo encarecidamente que vayas a visitar este barrio colorido y rico en historia.