Situado en el departamento tropical de Retalhuleu, al suroeste del país, Takalik Abaj es un singular sitio arqueológico maya de Guatemala. Tiene un importante legado olmeca (y la huella de la presencia olmeca, muy anterior a los mayas) Con su 3.500 años de historia, es el sitio más antiguo del país. Aquí se realizan todavía ceremonias mayas, que le dan al lugar un encanto único.
Encontré muy interesante la visita guiada, bajo el clima muy caluroso de lo que los guatemaltecos llaman "la costa" (es decir, la región tropical costera y su zona de influencia).
El sitio y los monumentos son de proporciones modestas. Conviene recordar que todos los sitios arqueológicos del país han estado abandonados durante siglos, antes o después de la invasión española, y que muchos de ellos fueron devastados deliberadamente durante las guerras y la colonización. Así, en Takalik Abaj no hay nada que nos recuerde a la monumentalidad de las estelas de Quiriguá, a los templos de Tikal y Palenque, ni a la excelente conservación de las estelas de Copán. Por estas razones, el sitio no suele estar incluido en un viaje a Guatemala .
Personalmente, yo recomiendo visitar este sitio durante un viaje por el departamento de Retalhuleu, o durante una ruta a lo largo de la costa del Pacífico. Se lo recomiendo a los amantes de la arqueología, quienes seguro que han leído sobre el tema, o a los que tengan la oportunidad de ir acompañados por un buen guía, como en mi caso.
Nota: está inscrito desde el 2002 en la lista tentativa del Patrimonio Mundial de la Unesco. Su inclusión en éste es una prioridad para el país. En septiembre de 2014, el Viceministro de Patrimonio Cultural y Natural fue a París a exponer los avances de la propuesta. En la próxima actualización anual del Patrimonio de la Humanidad habrá que ver si Takalik Abaj se convierte en el cuarto sitio guatemalteco de la Unesco.
Apartado de todos los grandes emplazamientos mayas que suelen incluirse en los itinerarios de viaje por Guatemala, la ruinas de Takalik Abaj se encuentran cerca de la costa del Pacífico, en el departamento de Retalhuleu. Aunque solía ser un importante nudo comercial, hoy en día solo se puede acceder a una parte del emplazamiento, ya que la mayoría de los edificios están enterrados bajo la vegetación. Paseando entre sus estelas y sus edificios, pude ver interesantes esculturas cuyas formas recordaban a los chaflanes típicos de la cultura olmeca, un elemento propio del sitio de Takalik Abaj que solo se encuentra en algunos lugares de México.
También aproveché esta visita para descubrir el proceso de fabricación del café en la apasionante Finca Santa Elena, a pocos kilómetros de allí. Esta explotación, gestionada por una pareja guatemalteco-estadounidense tiene la particularidad de producir también miel y plátano deshidratado. Además, como sus propietarios vivieron gran parte de su vida en la Provenza francesa, pude hacer la visita en francés y entenderme mejor con ellos.