Una playa peculiar, ligeramente rosada. Un entorno ideal para un momento de relajación y observación submarina en familia, en pareja o en solitario.
Aconsejo:
Para tener mayor intimidad, camina unos minutos hacia la punta izquierda de la playa (de cara al mar). Es la zona más tranquila.
Mi opinión
Esta playa del archipiélago de Komodo le debe su nombre a los detritos microscópicos del coral, que afectan ligeramente al color de la arena. Aunque me esperaba un rosa más intenso, me gustó la sucesión de colores: primero tierra árida, luego arena blanca, resplandeciendo al sol, con ese color (muy) suavemente rosado y, al final, el agua, con tintes dobles.