Techo del África del norte, Toubkal representa para muchos un lugar mítico, incluso sagrado para las tribus bereberes de los alrededores. Descubierto de forma tardía, el monte Toubkal fue escalado por primera vez de forma oficial a principios del siglo XX. Hoy, numerosos viajeros vienen aquí para añadir a su palmarés el monte más alto de África del norte, sobre todo teniendo en cuenta que la ascensión no comporta grandes dificultades.
Yo, personalmente, quedé impresionado por los paisajes de la ascensión, con tal aridez que el panorama toma a veces aspectos cuasilunares. Las ciudades vecinas de Imlil o de Asni son buenas bases para iniciar la ascensión a la cumbre o para descubrir lass maravillas del cercano Parque Natural del Toubkal Una magnífica forma de dar ritmo a tu viaje a Marruecos con un poco de esfuerzo físico.
Cuando estuve en jbel Toubkal, no solo tuve la oportunidad de maravillarme con sus majestuosas cimas, sino también de familiarizarme con el modo de vida tradicional de los habitantes del Alto Atlas. Para esto, te recomiendo que visites las localidades más cercanas a jbel Toubkal. Una travesía imprescindible si viajas a Marruecos. Te aconsejo que vayas a las ciudades de Asni e Imlil.
Imlil es el punto de partida de las excursiones y caminatas que tienen como destino el Toubkal. Desde Imlil, el sendero que lleva al monte sube hacia el valle durante unos 17 kilómetros. La llegada al refugio del Toubkal, el Netter, que se encuentra a 3100 metros de altitud, designa el último trayecto antes de ascender al jbel.
Pero cuidado porque subir por estos tramos no es nada fácil y, además, los desprendimientos se producen con bastante frecuencia. Pero cuando por fin llegas a la cima, la vista de las montañas del Alto Atlas, del parque nacional de Toubkal con sus encinas de color verde y sus muflones, del norte de la planicie del Haouz de Marrakech y de la ladera sur del djebel Siroua, son absolutamente fantásticas.