Marruecos ofrece una oportunidad única de combinar la magia del desierto con la esplendor del océano para unas vacaciones inolvidables. Desde las extensiones desérticas del Sahara hasta las olas del Atlántico, es perfectamente posible alternar entre océano y desierto durante tu viaje. Para esto, deja tus maletas en Agadir o Essaouira, donde podrás sacar tu traje de baño y probar deportes acuáticos en la costa atlántica. Luego, continúa tu viaje hacia la ciudad marroquí de Ouarzazate, la puerta del desierto sahariano. ¡Podrás contemplar la puesta de sol sobre las dunas de arena! Además, para tu excursión en el desierto del Sahara, ¿por qué no cambiar el quad por una visita a pie o en bicicleta de montaña? También puedes elegir cuidadosamente tus alojamientos, favoreciendo los riads tradicionales o las habitaciones de huéspedes en casa de particulares.