Construidas con adobe de color rojo, las casbas (distritos fortificados) alojaban a la familia real y a su guardia. La casba de Taourirt pertenecía a la tribu de los Glaoui de Marrakech (pachás marroquíes). Al contrario que otras casbas Glaoui, la de Taourirt ha escapado a la ruina. Ha servido de escenario para algunas películas, como la famosa StarWars,, y está muy bien restaurada.
Es un lugar bastante grande, así que calcula una hora de visita. Me encantaron las torres almenadas, las murallas enlucidas en rosa con tallas geométricas y los mosaicos de vivos colores de la casba de Taourirt.
Te aconsejo las salas de recepción y los apartamentos privados de los Glaoui. Por poco me pierdo en esos dédalos de colores, ¡son un auténtico laberinto! Algunos colores te conducirán a la habitación de la favorita del Glaoui, con su techo de madera de cedro. Tras la visita, podrás pasear por el pueblo fortificado que hay tras la casba. Un pueblo bereber que podrás descubrir durante un viaje por Marruecos.