Si haces una caminata o te mueves en vehículo de motor en el valle Assaka, podrás encontrarte pequeños pueblos como Tajlalacht, Berkik o Berkou. Los habitantes de este lugar viven de la ganadería de cabras y ovejas: un entorno perfecto para descubrir Marruecos lejos del turismo impersonal.
En pleno valle de Assaka, hay un pequeño pueblo, una antigua casba llamada el pueblo de Assaka. Esta pequeña aldea tradicional cuenta con numerosas plantaciones de dátiles y palmas. Por estas casas de adobe, típicas y características de Marruecos, el tiempo no pasa y eso me dio la oportunidad de disfrutar de buenos momentos de soledad.
En resumen, si estás buscando un lugar para descubrir cómo viven los marroquíes, enfrentarte a la naturaleza y disfrutar de la soledad, Assaka es tu lugar.