Kerkouane es un sitio púnico clasificado como patrimonio mundial de la UNESCO. Me encantó pasearme entre los vestigios de Kerkouane.
Kerkouane data del siglo III a. C, el sitio no fue jamás ocupado desde entonces y representa, por ello, un ejemplo a descubrir de una ciudad íntegramente cartaginesa. Me gustaron los restos de las fortificaciones de Kerkouane: unas murallas imponentes de varias decenas de metros de ancho. Las viviendas conservadas están ricamente decoradas con mosaicos blancos y rosas y tienen espaciosos baños privados, ¡algunos de los cuales con bañera doble (casa de la Esfinge)! Incluso si los cartagineses preferían bañarse en sus casas, Kerkouane tiene también numerosas pequeñas termas en la calle de los Artesanos, al norte del lugar.
Para continuar con tu visita, te aconsejo un alto en el museo de Kerkouane cerca de la entrada principal para admirar la famosa "Dama de Kerkouane" (una famosa tapa de sarcófago tallada con la efigie de la diosa Astarté), ejemplos de espléndidas joyas de oro y objetos artesanales de Grecia, del sur de Italia y de Egipto.