Lovina Beach agrupa varios pueblos al norte de Bali.Sus playas de arena negra (para variar un poco de tanta arena blanca) se extienden a lo largo deunos doce kilómetros.
Al contrario que en las playas de la costa sur, me topé enLovina con más familias que mochileros, aunque he oído por ahí queestá plagado de turistas durante el mes de agosto y hasta arriba de australianos en lasvacaciones navideñas.
Para losamantes de las vacaciones deportivas, aconsejo ir a la cascada de Gitgit,situada a unos diez kilómetros de Lovina. Yo me conformé con ir a ver lacascada, pero también se puede hacer piragüismo. De esta zona salenmuchas excursiones de buceo, unas directamente desde lacosta y otras desde islas pequeñitas, a las que hay que llegar en barco.
Las peleas de gallos son muy típicas de la región.¡Si puedes ir a alguna, no pierdas la ocasión!
A pesar de las connotaciones románticas de su nombre, Lovina no es precisamente la ciudad más acogedora de Bali. Los habitantes locales acosan sin parar a los turistas para para venderles excursiones y los hoteles cobran a los turistas según les da.
En mi opinión, la excursión para ver los delfines es una auténtica catástrofe desde el punto de vista ético y ecológico: decenas de embarcaciones se encuentran allí al amanecer para que los turistas puedan ver algunos alerones de delfines o, en el mejor de los casos, un tímido salto fuera del agua. Todos los barcos se abalanzan sobre el pobre delfín que han visto a algunos metros más allá. Personalmente, esta caza del delfín me chocó mucho.
De todas formas, Lovina es el lugar ideal para hacer buceo o submarinismo durante un viaje a Bali. Se ofrecen excursiones a una isla cerca de Java que se considera uno de los acuarios más bellos del mundo. Los precios son más económicos que en otros sitios. Para mí, ese es el único punto positivo de Lovina.