Aconsejo totalmente explorar Sagar en canoa. Es la ocasión perfecta para ver cómo viven los habitantes de la región. Parte del pueblo birmano tiene un vínculo muy especial con el agua. Sería una pena pasar un tiempo en Birmania (hoy llamado Myanmar) y no llegar a conocer esta relación tan particular.
A mí me encantó el paseo por el lago y, sobre todo, el carácter de Sagar, tan apacible y lleno de vida a la vez. El agua es como una frontera que protege esta joya. Después de conocer el pueblo fui a pasear entre las pagodas, invadidas por la maleza. También me encantaron las otras estupas, sumergidas tras la subida del nivel de las aguas. Las encontrarás salpicadas por todo Sagar. Lo mejor es ir hasta el lado de Thar Yakone. Allí encontrarás una agrupación impresionante de edificios religiosos, aunque son menos antiguos.