Una de las primeras cosas que presencié cuando llegué a Rangún fue una conversación entre dos mujeres delante de la sinagoga Moseah Yeshua. Una de las mujeres estaba preparando dulces para llevar bajo la suave sombra de un árbol mientras la otra vendía flores. La primera llevaba un velo que le enmarcaba el rosto y la otra tenía un lunar tilaka en la frente. La ciudad de Rangún me dejó una primera impresión muy fuerte: la imagen de un pueblo con diferencias étnicas muy marcadas y que vive en armonía. Esa es una imagen que solo he visto en Birmania.
Rangún tiene muchos monumentos religiosos de todo tipo, lo que deja vía libre para todo tipo de fe y de práctica espiritual. Seguramente, la mayor parte del tiempo que dure tu viaje por Birmania lo dediques a visitar templos budistas, por su imponente arquitectura y su importancia cultural. No obstante, en el país existen muchos tipos de culto y muchos rituales. Aquí tienes una guía para que sepas cómo explorar las diferentes opciones.
El culto
En Birmania no existe una religión oficial, aunque el país es principalmente budista de la escuela Theravada, la rama más antigua del budismo y que se practica desde el reino birmano de Pagan. No obstante, desde los años 70 se empezó a practicar la meditación Vipassana y actualmente existen muchos centros de meditación "Vipassana" en las ciudades.
En cualquier caso, en Birmania se mezcla la práctica budista con creencias animistas como los "Nat" (nombre que se le da a los espíritus). También existe una fuerte creencia en la astrología. Este culto se denomina "Mahabote" y lo practican todas las clases sociales del país. El calendario astrológico divide la semana en 8 días. El miércoles (el día en que nació Buda) se divide en dos partes. En este calendario, cada día está representado por un animal, un planeta (o astro) y una posición cardinal:
Domingo: nordeste - Sol - Garuda (hombre pájaro)
lunes: este - Luna - tigre
martes: sudeste - Marte - león
miércoles por la mañana: sur - Mercurio - elefante con coraza
miércoles por la tarde: nordeste - nodo lunar - elefante sin coraza
jueves: oeste - Júpiter - rata
viernes: norte - Venus - conejillo de Indias
sábado: sudoeste - Saturno - Naga (serpiente)
Las tradiciones birmanas están directamente relacionadas con la astrología: la división de los días, las predicciones, el nombre que se le da a los recién nacidos, etc. Tu signo del zodiaco (y por tanto tu personalidad) depende del día de la semana en que hayas nacido. Debido a esta tradición, la mayoría de birmanos no tiene apellido, sino un nombre ligado a su signo astrológico.
Las prácticas espirituales
Los fieles que acuden a la "Paya" (pagoda) se quitan los zapatos y los calcetines (si los llevan) y llevan atuendos respetuosos (que cubren los brazos y las piernas). ¡Si eres turista y quieres visitar las pagodas, recuerda no ir en pantalones cortos ni camisetas sin mangas o no te dejarán pasar! Los creyentes se postran ante la figura de Buda y después rezan en silencio o cantan recorriendo a pie el perímetro interior de la pagoda o sentados (colocando los pies en dirección contraria a la estatua de Buda, ya que los pues son la parte más impura y sucia del cuerpo humano). En la mayoría de templos se representan los días de la semana con una escultura del día que lo simboliza y les acompaña una estatua de Buda. Por tanto, podrás ver una representación de esos animales (Garuda, león, tigre, elefante con coraza, elefante sin coraza, rata, conejillo de Indias y Naga) en cada uno de los 8 ángulos que rodean la pagoda. Una de las tradiciones que más llama la atención es la que consiste en verter agua por encima de la estatua de Buda y del animal asociado a tu fecha de nacimiento. Generalmente, vertemos tantos vasos de agua sobre la estatua del animal como años tengamos ( p. ej. Tengo 25 años y nací el miércoles por la noche, así que vierto 25 vasos de agua sobre la estatua del elefante sin coraza). También podrás ver cómo los fieles llevan ofrendas de especias (muy frecuente, lo que le da al budismo esa imagen de religión común) o llevan esculturas de Buda. Ese momento es una gran fiesta para los creyentes y sus familias.
La visita a la pagoda
Según la hora del día a la que vayas, podrás encontrar ambientes completamente distintos. Al amanecer, cuando el aire aún es frío, podrás ver el lavado de las esculturas de Buda, cuando salen los monjes descalzos a pedir limosna. Si vas a mediodía, cuando el sol brilla con intensidad, podrás refugiarte del calor en la pagoda hasta que afloje un poco el calor sofocante. Por la noche, la pagoda se convierte en un lugar más festivo. Los creyentes van con sus mantas y sus cestas de comida y comparten una comida en torno a la pagoda, rodeados de otros creyentes que vienen a rezar.
El retiro espiritual
Salir de la ciudad y acudir a un centro de meditación, alejarse de la ebullición cosmopolita, cerrar los ojos y dejar que te hable el silencio... Muchos centros abren sus puertas a los extranjeros curiosos y les proponen retiros espirituales de una semana a 3 meses (o más). ¡Esto puede seducir a muchas personas y llevarles a experimentar un viaje insólito! Yo probé la experiencia asistiendo a un curso de un día y puedo garantizar que no es fácil. Cerrar los ojos, concentrarte en la respiración y en tu percepción del mundo exterior sin llegar a formar un solo pensamiento... La meditación es una práctica común entre los birmanos. La gran mayoría de hombres birmanos la han practicado cuando eran novicios (niños bonzo) y luego se han convertido en monjes y dedicado a la vida monacal. Las mujeres birmanas también reciben formación en esta práctica, aunque la mayoría de ellas no pasa un año en un templo. En el colegio, algunas clases empiezan con una hora de meditación, con el objetivo de relajar a los alumnos para que puedan concentrarse mejor y facilitar el aprendizaje. Por tanto, que pruebes la meditación durante tu viaje es como probar la gastronomía local: un peaje que te abrirá las puertas y te permitirá comprender mejor la cultura birmana.
Recomiendo encarecidamente la meditación a todos aquellos que viajes por Birmania y especialmente a los viajeros que busquen experiencias espirituales.
