A primera vista, Koper no parece muy elegante. Situado en la pequeña costa eslovena, nuestra primera impresión es la de estar en un puerto altamente industrializado, como lo demuestran los almacenes de contenedores, varias fábricas y diferentes buques de carga que se detienen aquí. Pero al entrar al centro de la ciudad, nos encontramos con una magnífica villa medieval, perfectamente conservada, que esconde un laberinto de pequeñas callejuelas medievales protegidas del sol, bonitas casas de tejados rojos e iglesias de varios siglos de antigüedad.
Capital de la comunidad italiana en Eslovenia, Koper muestra todas sus señales en dos idiomas, dado que el italiano es, como mínimo, tan utilizado como el esloveno. Es un lugar que me pareció particularmente encantador, sobre todo, por su autenticidad. Porque aunque la localidad sigue siendo mucho menos impresionante que ciudades como Dubrovnik, por ejemplo, la ausencia de hordas de turistas es una de las grandes ventajas de un viaje a Eslovenia.
Koper es uno de los puertos comerciales más grandes de Eslovenia. Está a diez kilómetros de Trieste, en Italia, y la influencia arquitectónica de este país vecino aquí es evidente.
Hay muchos más lugares que visitar. Para empezar, la plaza central, donde podréis admirar el palacio pretoriano que predomina en el lugar, y la casa de campo con sus numerosas galerías. En la fachada del palacio podréis ver leones de Venecia tallados en piedra, y varios escudos de armas. Un poco más lejos, en Kidriceva Ilica, podréis ver la iglesia de la Santísima Trinidad y la Iglesia de San Nicolás (ambas datan del siglo XV), y varias casas de estilo veneciano.
Si queréis ir de compras, id a la calle peatonal Ulica Cevljarska.