Honestamente, no pasé mucho tiempo en Las Palmas de Gran Canaria, sino que usé la ciudad como base de partida para mis excursiones por la isla, de norte a sur. Allí sólo estuve a la llegada y para la vuelta; además allí tuve tiempo para preparar las excursiones y descansar las piernas. Lo que ví allí tampoco es que me llamase la atención como para pasar más tiempo, por lo que sobretodo me dediqué a explorar los espacios naturales.
Aun así, la ciudad tiene cosas bonitas que ver, especialmente la Basílica de Santa Ana, uno de los edificios religiosos más importantes de las Islas Canarias. Esta catedral destaca sobretodo por su color gris, al contrario de las pequeñas iglesias que a menudo se encuentran en la mayoría de localidades de las islas donde las paredes son de un blanco resplandeciente. También debéis visitar la Casa de Colón, una hermosa cada donde Colón se alojó y que hoy día es un museo. Aquellos de vosotros que queráis una estancia de lujo no os quedaréis atrás, pues la ciudad cuenta con numerosos hoteles de 4 y 5 estrellas.
Las Palmas de Gran Canaria es la segunda ciudad más poblada de las Islas Canarias. En mi opinión, los dos barrios más importantes de esta ciudad son el de Vegueta y el de Triana. También me gustó pasear por el casco antiguo. Uno de los principales monumentos que visitar, en mi opinión, es la catedral y la Plaza de Santa Ana.
Sin embargo, yo creo que la joya real de Las Palmas es la playa de Las Canteras, que se encuentra en el mismísimo centro de la ciudad, y cuyas aguas no están demasiado agitadas, ya que está protegida por un brazo natural de lava de dos kilómetros.
Y por último, os recomiendo pasear por el barrio de San Cristóbal, la zona marítima más cercana a Las Palmas, donde hay restaurantes con amplias terrazas para disfrutar del un increíblemente marisco fresquísimo. Aquí si tendréis un buen chute de yodo, durante vuestro viaje por España.
Las Palmas es una ciudad grande que se extiende a orillas del océano Atlántico. Recuerdo mis largos paseos por el barrio antiguo de Vegueta (súper bonito), la visita a la catedral de Santa Ana (¡espléndida!) y aquellos descansos maravillosos para echar un café a la sombrita de alguna placeta, a veces, con las melodías de músicos del lugar.
Las Palmas es una ciudad para descubrir a pie. Hay que perderse por sus callejuelas peatonales, en busca de piratas escondidos o viajeros en tránsito.
La ciudad ofrece un intenso programa cultural y artístico, además de una vida alternativa bastante destacable. En resumidas cuentas, Las Palmas es una ciudad sorprendente que vale la pena conocer. Dedícale varios días de tu viaje a Canarias.